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Era viernes, eran las tres de la tarde y Jacob no lograba controlar la emoción: estaba en la final de los Juegos Universitarios Nacionales de Esgrima. Sentía tener la presea de plata en el bolsillo, su contrincante, el sablista Mario Fang, años atrás ya le había dado una buena instrucción de técnica y táctica en un combate que terminó 15 - 2. Pero el deporte, siempre presto a dar buenas lecciones, le tenía preparado algo mejor que el segundo lugar.

  • Jacob Cardona es estudiante del pregrado en Ingeniería Forestal de la Facultad de Ciencias Agrarias.

    Jacob Cardona es estudiante del pregrado en Ingeniería Forestal de la Facultad de Ciencias Agrarias.

  • Jacob consiguió medalla de oro en su primera participación en una competencia nacional.

    Jacob consiguió medalla de oro en su primera participación en una competencia nacional.

  • El fútbol lo goza desde el campo de juego y desde la tribuna. Foto cortesía.

    El fútbol lo goza desde el campo de juego y desde la tribuna. Foto cortesía.

  • Montar en bicicleta con su hermano Jerónimo, es otro de sus quehaceres favorito. Foto cortesía.

    Montar en bicicleta con su hermano Jerónimo, es otro de sus quehaceres favorito. Foto cortesía.

  • Jacob se siente orgullo de hacer parte de la familia U.N.

    Jacob se siente orgullo de hacer parte de la familia U.N.

  • Le gusta también la fotografía de naturaleza y no pierde oportunidad para hacer imágenes. Foto cortesía.

    Le gusta también la fotografía de naturaleza y no pierde oportunidad para hacer imágenes. Foto cortesía.

    “Esta era mi primera final nacional porque las otras habían sido departamentales y yo le dije a mi entrenador que con Fang estaba contento si le hacía más de ocho toques, pero ya en el asalto vi que el combate estaba muy parejo: 3 – 2, 3 – 3, 3 – 4, 7 – 5, 7 iguales, a veces yo abajo a veces él abajo, entonces él hizo el toque 8 y nos fuimos al minuto de descanso”, recuerda emocionado Jacob.

    Durante el minuto de receso recuerda que tomó dos sorbos de agua y las palabras de Emanuel, su entrenador: “siga así que va muy bien, no pierda la concentración”. De regreso al combate, Jacob logró el 8 – 8, y en un abrir y cerrar de ojos superaba a Fang 10 – 9; “en ese momento me dije: ‘voy a gozarme esto’, pero cuando estuvimos 12 iguales dije: ‘no, esto lo gano porque lo gano’, y tan, toque a mi favor”. Cuando llegaron al empate en 14 puntos Jacob se puso eufórico, no podía creer que con Mario Fang como rival estuviera a punto de ganar su primer campeonato nacional.

    “Entonces me concentré, me relajé y escuché a mi entrenador diciendo ‘haga lo que tiene que hacer, trabaje y esté tranquilo’”. Y, en un descuido de Fang, que según Jacob salía como un toro: “rápido y con fuerza”, mientras él lo hacía con técnica, logró hacer el toque y cuando escuchó que la juez le daba el punto se quitó la máscara reglamentaria y en un grito de euforia fue a abrazar a su entrenador. El combate no duró más de cinco minutos.

    Sentado en una silla en la biblioteca, en las zonas de estudio y de descanso, antes de entrar al salón de clase y en muchos otros espacios de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, donde estudia Ingeniaría Forestal, Jacob Cardona Pineda les ha contado a sus compañeros y amigos muchas veces esta misma historia, cada vez con más emoción que durante el combate mismo.

    A sus 18 años, “casi 19 porque los cumplo en septiembre”, Jacob tiene claro que ya no será el mejor futbolista del mundo, como soñaba cuando tenía cinco y solo deseaba patear balones; pero tiene también la certeza de que será un profesional y, sobre todo, un hombre feliz, por eso estudia la carrera que le gusta y practica el deporte de sus amores: “yo seré esa persona que cuando mire al pasado diga valió la pena”.

    El balompié, por cierto, es otra de sus pasiones y la que, sin imaginarlo, lo llevó a la esgrima. Desde que tiene memoria jugó fútbol de manera competitiva, pero a los 15 comprendió que quería profesionalizarse y tener una carrera, eso sí, sin abandonar el deporte.

    Primero determinó que, aunque le interesaban carreas como Ingeniería Aeronáutica o Medicina, lo suyo era estudiar algo relacionado con la naturaleza pues desde niño lo animó el gusto por los animales, el campo y los ambientes silvestres; entonces se decidió por la que para él es la mejor universidad del país: la Universidad Nacional de Colombia, y ya lleva dos semestres siendo un orgulloso integrante de la familia U.N.

    Lo otro que estableció fue que no quería dejar la actividad física. Su papá, Pio Antonio, lo contactó entonces con Emanuel Hoyos Victoria, su entrenador desde agosto de 2015, quien le presentó la esgrima, disciplina que lo conquistó por valores como el respeto y el compañerismo, además porque potencializó sus reflejos y su capacidad de comprensión y reflexión: “este es un deporte individual en el que uno aprende a jugar con la mente del otro para interpretar lo que va a hacer, trabajar sobre eso y ganar”, dice.

    Aunque dejó el fútbol de competencia, sigue jugando con amigos o lo disfruta desde la tribuna; es hincha fiel del Deportivo Independiente Medellín y va regularme al templo del balompié antioqueño, el Estadio Atanasio Girardot, a gozarse el carnaval de ver jugar a su equipo del alma. Y como seguidor del buen juego, también apoya al Barcelona y al Liverpool.

    Jacob es un muchacho tranquilo, apasionado, disciplinado y sencillo, cuando no está estudiando o entrenando, disfruta compartir con su familia, novia y amigos; escuchar música, sus géneros preferidos son la electrónica, el reguetón, la música decembrina y el rock; montar bicicleta con su hermano jerónimo, estar con su perra Tata, viajar y el contacto con el mundo natural.

    (FIN/CST)

    10 de mayo del 2019