Escudo de la Repblica de Colombia Escudo de la Repblica de Colombia
A- A A+

María del Rosario Romero Contreras recuerda que a los seis años ya escribía poesía, sin embargo, tuvieron que pasar décadas para que se atreviera a compartirla con otros, hasta que en 2018 lanzó Relámpagos, su primer libro de poemas. Ella, como muchas escritoras en la historia de la humanidad, carga con el estigma de que sus palabras no sean valoradas por el hecho de ser escritas por una mujer.

  • "Es el tiempo para que el género femenino levante su voz y rescate y dignifique su historia, la cual pasa necesariamente por la escritura", María del Rosario Romero Contreras.

    "Es el tiempo para que el género femenino levante su voz y rescate y dignifique su historia, la cual pasa necesariamente por la escritura", María del Rosario Romero Contreras.

  • Para la escritora, las mujeres no deben bajar la guardia en cuanto a la dignificación de sus derechos.

    Para la escritora, las mujeres no deben bajar la guardia en cuanto a la dignificación de sus derechos.

  • Maria del Rosario Romero Contreras es la subsecretaria de Derechos y Desarrollo de la Secretaría de las Mujeres de la Alcaldía de Medellín.

    Maria del Rosario Romero Contreras es la subsecretaria de Derechos y Desarrollo de la Secretaría de las Mujeres de la Alcaldía de Medellín.

  • El Festival de servicios se realiza como parte de la conmemoración de la Semana del Libro y las Bibliotecas.

    El Festival de servicios se realiza como parte de la conmemoración de la Semana del Libro y las Bibliotecas.

    María del Rosario también recuerda que a su abuela, Rosa María, quien nació en 1903, no querían enseñarle a escribir para evitar que hiciera notas para comunicarse con los muchachos.

    La razón de estas dos situaciones, la suya y la de su abuela, la explica María del Rosario, hoy subsecretaria de Derechos y Desarrollo de la Secretaría de las Mujeres de la Alcaldía de Medellín, de manera muy simple: “durante cinco mil años de patriarcado se nos prohibió aprender a leer y escribir, es decir fuimos condenadas al silencio. Y, aunque se levantó la prohibición, las costumbres permanecen a tal punto que todavía se piensa que las mujeres escriben en un nivel inferior”.

    Pese a esa reticencia, o miedo, del mundo patriarcal, muchas mujeres tuvieron la valentía de escribir y de publicar sus reflexiones, algunas bajo su nombre como Santa Teresa de Jesús, quien sufrió persecución inquisitorial por aficionarse a la escritura, o Jane Austen, que escondía sus textos por vergüenza, o Fanny Burney, que los quemaba como autocastigo y se depuraba cosiendo. Y, muchas otras, bajo el nombre de sus esposos o seudónimos masculinos para evitar represalias y castigos, es el caso de Charlotte, Emily y Anne (Las hermanas Borntë) o Aurora Dupin, quien escribió con el nombre de George Sand. La lista, dice Romero Contreras, podría hacerse interminable.

    “Es más, Joanne Rowling, la escritora de la saga de Harry Potter, mejor conocida como J.K. Rowling tuvo que publicar su primera novela con las iniciales de su nombre por sugerencia de la editorial, que temía que, por ser mujer, los lectores se mostraran ajenos a leerla. Esto fue en la década de los 90”, resalta María del Rosario.

    En “Comunicando”, uno de los poemas de Relámpagos, María del Rosario dice “no solo hay que vivirlo/ hay que decirlo/ hacer el diario de todas las angustias/ denunciar la tortura/ referir el gemido/ la lluvia va borrando tu nombre de los muros”, para referirse a la fuerza de escribir y a la valentía que encarna publicar. Para ella, en medio de la lucha por los derechos de las mujeres, todavía vigente, es muy importante el derecho a la escritura porque representa un vehículo para la denuncia, necesario para seguir trasformando los rezagos de viejas estructuras patriarcales heredadas.

    Y, en ese orden, destaca ejercicios, proyectos y programas actuales como Medellín, las mujeres y las artes, que estimula a las mujeres de la capital antioqueña a desarrollar sus potencialidades. “También existe la Red de Mujeres Artistas de Medellín (Remar), a la que hay vinculadas muchas escritoras y poetas. Además, los esfuerzos para que nuestras niñas sean educadas en la posibilidad de escribir y de leer son enormes”.

    En Medellín, añade, el quehacer de escritoras y activistas como Mara Agudelo, Olga Elena Mattei, Aurita López, entre otras, algunas todavía en silencio, ha sido fundamental para impulsar una actitud positiva hacia la escritura de las mujeres.

    “Hoy el techo de cristal está en la publicación, porque muy pocas mujeres son avaladas para publicar y entrar en el mercado del libro se les dificulta. Ahora, la idea no es que por ser mujeres en todas partes nos publiquen, sino que con todas las reglas de la calidad literaria se nos apoye e impulse en la escritura y publicación”, aclara la escritora y resalta que, “aunque hemos ganado una habitación propia”, queda mucho camino por recorrer.

    Históricamente las mujeres han tenido que combinar los oficios domésticos y la crianza con su formación; han soportado el miedo, la vergüenza y el castigo para conquistar libertades que todavía aparecen restringidas; han debido ser constantes y resistir la burla, la falta de estímulo y la desconfianza, y, aun así, en ambientes absolutamente adversos, “logramos sacarle tiempo a leer y a escribir haciéndolo bien”, comenta Romero Contreras.

    Para María del Rosario, esa vieja instrucción de Pablo de Tarso en su primera carta a Timoteo, que reza que la mujer debe ser sumisa y no enseñar ni dominar al hombre sino permanecer silenciosa “porque Adán fue formado primero y Eva en segundo lugar”, está más que mandada a recoger en la actualidad; este y no otro “es el tiempo para que el género femenino levante su voz y rescate y dignifique su historia, la cual pasa necesariamente por la escritura”.

    Romero Contreras presentó sus reflexiones durante el Festival de Servicios de la Biblioteca Efe Gómez en el contexto de la conmemoración de la Semana del Libro y las Bibliotecas.

    (FIN/CST)

    9 de mayo del 2019