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A bordo de una camioneta Toyota Land Cruiser 4.5 modelo 2005, con la radio como compañera inseparable y sirviendo a la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, Edilson Rúa Álvarez, conductor asignado de la Facultad de Arquitectura, admite que ha conocido “prácticamente todo Antioquia”.

  • Edilson Rúa Álvarez lleva más de una década alimentando su relación con la U.N.

    Edilson Rúa Álvarez lleva más de una década alimentando su relación con la U.N.

  • Para Edilson la fotografía es una pasión. Foto cortesía.

    Para Edilson la fotografía es una pasión. Foto cortesía.

  • Gracias a su quehacer en la Universidad pudo conocer de cerca las primeras etapas de construcción de Hidroituango. Foto cortesía.

    Gracias a su quehacer en la Universidad pudo conocer de cerca las primeras etapas de construcción de Hidroituango. Foto cortesía.

  • Terminar su historia laboral en la U.N. es un objetivo hacia el que camina firme.

    Terminar su historia laboral en la U.N. es un objetivo hacia el que camina firme.

  • “Me gusta la fotografía porque congela el tiempo”. Foto cortesía.

    “Me gusta la fotografía porque congela el tiempo”. Foto cortesía.

  • En el arte de capturar momentos, como en casi todo en su vida, Edilson es autodidacta. Foto cortesía.

    En el arte de capturar momentos, como en casi todo en su vida, Edilson es autodidacta. Foto cortesía.

  • “Esta foto es histórica: el antiguo puente Pescadero Ituango ya es terreno inundado”. Foto cortesía.

    “Esta foto es histórica: el antiguo puente Pescadero Ituango ya es terreno inundado”. Foto cortesía.

    Se vinculó a la U.N. hace unos ocho años, aunque conocía la Universidad más o menos desde la década de 1990 porque, entonces, se dedicaba a la minería aurífera en el municipio de El Bagre, Bajo Cauca antioqueño, y en el Instituto de Minerales CIMEX le ayudaban con los ensayos. Su oficio de minero, sin embargo, debió dejarlo debido a problemas de orden público que lo trajeron a Medellín a comienzos de siglo XXI.

    En la ciudad se dedicó a manejar taxi hasta que la vida lo regresó a la Universidad Nacional del Colombia. “Inicialmente me invitaron a participar en un proyecto (se trataba de un ejercicio académico que ponía su mirada en el ordenamiento de territorios con presencia minera y sus actores), ellos querían conocer mi experiencia y así fue”, recuerda Edilson.

    Entonces, además de aquella participación en el proyecto, aprovechó para poner a disposición de la comunidad de la Facultad de Arquitectura sus servicios como taxista; así empezó un vínculo que se fortaleció gracias al trabajo responsable de Edilson. “Ahí fue cuando salió un proyecto para el que me dijeron que si me interesaba el puesto de conductor, recuerdo que era un programa piloto que se llamaba Titulación de predios a desplazados y víctimas de la violencia en Granada Antioquia (2008)”, comenta.

    Así como recuerda el nombre casi exacto de aquel primer proyecto en el que participó como conductor, aunque aclara que para entonces no era empleado de la Universidad sino prestador de servicios, es capaz de enlistar los demás en los que ha estado involucrado.

    “Para mi cada salida es particular e importante porque me gusta lo que hago. Por ejemplo, recuerdo mucho la participación en Hidroituango, hicimos un proyecto muy bonito con la Facultad de Arquitectura sobre los posibles usos de los suelos cuando el embalse estuviera en funcionamiento; otro acá en Medellín sobre inquilinatos dignos con la profesora Francoise Coupe; otro con un fotógrafo español respecto a las formas de habitar el área metropolitana; y así ha habido muchos proyectos todos muy interesantes”, expresa.

    Además del acompañamiento a los proyectos, dice, el servicio que presta como conductor es general; es decir, puede tanto ajustar su día a la agenda del decano de la Facultad de Arquitectura, como transportar profesores, personal administrativo, invitados o, simplemente, estar disponible para cualquier diligencia que le puedan encargar incluso de otras dependencias de la Universidad.

    Una de las mayores satisfacciones de su ejercicio como conductor es la posibilidad de poder conversar con las personas y le enorgullecen tanto las charlas con profesores, artistas reconocidos y hasta personajes de la política nacional, como los diálogos que entabla con estudiantes y, muchas veces, con otros compañeros.

    A Edilson le gusta aprender y sentirse útil, de ahí que sus tiempos libres los dedica a la radio como estrategia para mantenerse informado y tener siempre bajo la manga temas de conversación que despierten interés general; W Radio Colombia es su emisora de principal, alterna su escucha con Caracol Radio y algunos medios universitarios y de carácter cultural.

    De manera fervorosa se dedica a la fotografía, una pasión que descubrió hace unos 10 años y en la que se ha perfeccionado como autodidacta. “En una fotografía se detiene el tiempo y es posible contar historias, por eso me gusta”, señala y agrega que disfruta capturar paisajes, retratos y, sobre todo, detalles de momentos.

    “A mí no me faltaba la cámara”, comenta melancólico pues hace poco en una salida familiar de fin de semana se la hurtaron, la nostalgia, más que por el aparato, es por las imágenes que perdió pues con la máquina se llevaron las tarjetas de memoria y con ellas los registros que, por confiado, no había respaldado.

    Ahora, mientras se hace a un nuevo equipo para seguir congelando instantes, está interesado en aprender inglés y en aprender sobre la nueva tecnología vehicular, “de hecho, hace poco terminé un curso con la Universidad sobre electricidad y electrónica automotriz”, destaca.

    Rúa Álvarez ha sido mesero, ayudante de mecánico, de construcción y de zapatería, perforista en hidroeléctricas, químico de procesos de cianurización en minería y taxista. En su “vida laboral”, que empezó cuando aún no terminaba la escuela, ha desempeñado tantos oficios que su historia habla de un hombre con la firme convicción de que el trabajo dignifica.

    Sobre su recorrido, además, afirma que si bien todo lo que ha hecho en la vida lo ha construido como ser humano, la experiencia en la U.N. encabeza la lista de experiencias gratas. “Yo me quiero vincular la Institución no solo como provisional sino a la carrera administrativa. La Universidad para mí en este momento es otra casa, la he aprendido a querer no solo porque acá desempeño mi labor sino por todo lo que he conocido y por las relaciones con las personas. Es más, yo tenía la idea de que la gente de las universidades era como intocable y acá descubrí que son personas muy sencillas y cercanas”, precisa.

    Al margen de su corto pero intenso proceso con la U.N., Edilson afirma que le gustaría terminar su “historia laboral” en la Universidad, por eso, se está preparando con juicio y dedicación para presentar la prueba de competencias laborales del Concurso abierto y público de méritos 2019, que tendrá lugar el próximo 17 de abril.

    (FIN/CST)

    29 de marzo del 2019