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A eso de las cuatro de la tarde del jueves 28 de febrero los estudiantes Rubén Espitaleta Benítez y Felipe González se internaron en la Biblioteca Efe Gómez de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, allí estuvieron hasta pasada la media noche. Estudiando Física, Ecuaciones Diferenciales y Cálculo en Varias Variables le dieron la bienvenida a marzo. Ellos como otros cientos de universitarios, pasaron la noche en la Universidad preparándose para sus exámenes parciales.

  • Rubén Espitaleta Benítez y Felipe González son usuarios frecuentes de las jornadas Biblioteca 24 horas.

    Rubén Espitaleta Benítez y Felipe González son usuarios frecuentes de las jornadas Biblioteca 24 horas.

  • Las pausas activas ayudan a los estudiantes a mantenerse activos durante las jornadas de estudio. Cortesía División de Bibliotecas.

    Las pausas activas ayudan a los estudiantes a mantenerse activos durante las jornadas de estudio. Cortesía División de Bibliotecas.

  • El segundo semestre de 2019 la estrategia Biblioteca 24 horas cumplirá cuatro años.

    El segundo semestre de 2019 la estrategia Biblioteca 24 horas cumplirá cuatro años.

  • Los talleres del Área de Acompañamiento Integral complementan el espacio en temas como hábitos de estudio.

    Los talleres del Área de Acompañamiento Integral complementan el espacio en temas como hábitos de estudio.

  • Otras instituciones de la ciudad han tomado como base la iniciativa para implementarla en sus bibliotecas.

    Otras instituciones de la ciudad han tomado como base la iniciativa para implementarla en sus bibliotecas.

  • Los jóvenes de EPA Asesorías se vinculan a Biblioteca 24 horas dictando talleres gratuitos.

    Los jóvenes de EPA Asesorías se vinculan a Biblioteca 24 horas dictando talleres gratuitos.

  • Las jornadas de Biblioteca 24 horas se establecen de acuerdo al calendario de examen parciales y finales.

    Las jornadas de Biblioteca 24 horas se establecen de acuerdo al calendario de examen parciales y finales.

    En el segundo semestre de 2015 la U.N. Sede Medellín sorprendió a toda la ciudad con la iniciativa Biblioteca 24 horas. La estrategia era ambiciosa, pues pretendía ser más que un espacio abierto día y noche para convocar a los jóvenes universitarios a estudiar.

    “Desde el principio creímos que este espacio debía promover una educación inclusiva que les proporcionara a los estudiantes información disponible en bases de datos y libros, sí, pero también recursos como computadores, tableros, marcadores, borradores y demás”, explica la jefa de la División de Bibliotecas de la Sede, Sonia María Valencia Grajales. En el mismo sentido se concibió la necesidad de que “los chicos aprendieran esa cultura de ayudarse entre sí durante las largas noches de estudio”.

    En promedio más de 10 mil estudiantes, y no solo de la U.N. sino también de las otras siete instituciones que conforman el G8, son beneficiados semestralmente por esta estrategia que trascendió los muros de la Universidad y se convirtió en pionera. El impacto de la iniciativa fue tan contundente que la Universidad de Antioquia, Eafit y la Universidad Pontificia Bolivariana, se asesoraron de la experiencia de la U.N. para ajustar el modelo a sus necesidades.

    “Sabernos los pioneros nos da la satisfacción de haberle apostado a una iniciativa que en el mundo es de gran importancia y que nos acerca mucho a una universidad del siglo XXI, cuando no pensamos en horarios sino en conocimiento. Sentimos que esto va enmarcado en la cultura de crecimiento del sistema de educación superior del departamento y ojalá del país”, señala Valencia Grajales.

    Asesorías académicas gratuitas complementarias

    Rubén es un usuario asiduo de Biblioteca 24 horas: participa al menos una vez en cada una de las jornadas que se realizan cada semestre, usualmente son entre tres y cuatro y se hacen con base en el calendario que la Dirección Académica establece para los exámenes parciales y finales. Su primera vez fue en 2016-2, cuando entró a la Universidad.

    “Recuerdo que en ese primer semestre estaba de moda estudiar Geometría Vectorial y en esas jornadas de 24 horas la mayoría estuvimos enfocados en esos contenidos” cuenta.

    El estudiante de Matemáticas Camilo Almandos, quien también participa en la iniciativa desde otro ángulo: dando asesorías, tiene una explicación para esa moda particular que aún se mantiene. “Geometría Vectorial es la primera materia con la que se topa un estudiante en la Universidad donde enseñan un concepto más amplio de las matemáticas, básicamente te piden demostrar que la fórmula que has usado siempre sí sirve y eso es muy difícil porque implica un pensamiento abstracto que debe construirse”.

    Camilo encarna otro aspecto crucial de la estrategia 24 horas sin el cual esta iniciativa no sería igual de completa, además de aprovechar el espacio para estudiar y responder por sus contenidos, hace parte de un emprendimiento que se constituyó en la Universidad: EPA Asesorías. Como empresa los jóvenes apoyan los procesos de aprendizaje de otros universitarios, ese mismo servicio lo ofrecen ad honorem durante las jornadas en la Biblioteca Efe Gómez.

    Cálculo Diferencial, Cálculo Integral, Cálculo en Varias Variables, Ecuaciones Diferenciales, Geometría Vectorial y Álgebra Lineal son las áreas en las que los jóvenes, entre ellos Camilo, brindan sus asesorías gratuitas. La dinámica es sencilla: durante dos horas, que se establecen de acuerdo a la disponibilidad de los asesores, se resuelven dudas a partir de ejercicios.

    Camilo, por ejemplo, diseña un taller de entre 10 y 15 ejercicios con base en los textos guía de las materias, “busco los más difíciles”, saca unas 80 fotocopias que reparte entre los asistentes a la asesoría colectiva y explica; ya se ha dado la casualidad, dice, de que compañeros se le acerquen a agradecerle porque alguno de los puntos resueltos durante estos espacios le cayó en el parcial.

    Pausas activas y talleres de acompañamiento

    Un elemento fundamental de las jornadas es que las intensas noches y madrugadas de estudio sean fructíferas, pero sin comprometer aspectos igualmente importantes como la salud física, mental y emocional de los estudiantes. Con miras a ese objetivo, destacó la jefa de la División de Bibliotecas, “la Dirección de Bienestar Universitario ha sumado esfuerzos disponiendo profesionales de las áreas de Cultura, Actividad Física y Deportes y Acompañamiento Integral”.

    Para alcanzar a repasar todos los contenidos de Cálculo en Varias Variables, Ecuaciones Diferenciales, y Física, Rubén y Felipe se propusieron un itinerario de estudio que iban cumpliendo juiciosamente hasta las 10 de la noche, más o menos, el tiempo se les había consumido estudiando sin que lo percibieran y cuando el cansancio comenzaba a apremiar y los ojos a cerrarse, “de un momento a otro apareció un hombre con una energía impresionante invitándonos a hacer una pausa activa”, cuenta Rubén, estudiante de Ingeniería Geológica.

    Fuera libros, fuera portátiles, que esperen los cuadernos y las notas de clase. Por espacio de 10 a 15 minutos Rubén y Felipe y muchos de los estudiantes que permanecían a esa hora en la biblioteca se abocaron a una dinámica de juego y de ejercicios físicos para relajarlos.

    “Salir un momento de ese ritmo de estudio es algo muy conveniente, yo, por ejemplo, ya estaba con la cabeza llena de ecuaciones y necesitaba despejarme”, además de reírse y tomar aliento, recobraron ánimos para continuar con la jornada.

    Del mismo modo en que se desarrollan las pausas activas, durante Biblioteca 24 horas se llevan a cabo talleres de acompañamiento en temas como control y manejo de la ansiedad, estilos de aprendizaje, fortalecimiento de la atención y la memoria, métodos de estudio, programación neurolingüística, entre otros, que tienen el propósito de hacerles saber a los estudiantes que no están solos, que hay quienes apoyan su proceso formativo.

    Café después de las 10:00 p.m. y consomé a media noche son el otro par de detalles de fina coquetería que la Biblioteca dispone para que los muchachos no desfallezcan en su convicción de estudiar.

    El rol de los empleados es fundamental

    “Como estudiante siento que hay que destacar el trabajo de los empleados de la Biblioteca, ellos son los encargados de hacer que todo funcione y no creo que les sea fácil la trasnochada, aun así, le ponen el corazón. Uno viene a una jornada o dos, pero ellos siempre tienen que estar ahí haya o no gente, por ejemplo, a las cuatro de la mañana ya cuando todos están muertos de cansancio ellos siguen en pie y eso es digno de reconocimiento”, comenta Camilo Almandos, con toda la razón.

    Luis Guillermo Figueroa Vanegas es empleado de la Universidad, regularmente se ocupa de la preparación física de los materiales antes de estar disponibles para préstamo, pero durante las jornadas Biblioteca 24 horas su rol es diferente.

    “Mi papel es estar pendiente de que se cumplan las normas de la Biblioteca como no consumir bebidas ni alimentos adentro, conservar el silencio, el uso adecuado del espacio, entre otras, además estar disponible para asesorar en temas de referencia, estar presto a resolver dudas y solucionar la necesidad de información de los muchachos, finalmente, también de registrar la estadística por horas”, cuenta.

    Todos los empleados de la Biblioteca se ponen a disposición de la Universidad para desarrollar las jornadas de 24 horas. En cada oportunidad se seleccionan tres parejas para cubrir de a dos los turnos seis de la mañana a dos de la tarde, dos de la tarde a diez de la noche y diez de la noche a seis de la mañana, este es el más complejo.

    “Como es una jornada adicional, se trastornan el sueño y la alimentación, incluso hay que sacrificar tiempo con los seres queridos, pero la recompensa es grande porque uno sabe que está contribuyendo a un servicio que requiere la Universidad y aportándole a la formación de los estudiantes que son los más importantes”, afirma Luis Guillermo, quien ha compartido turnos con Omaira Moreno, Ildamar Tuberquia y Martha Ofelia Gómez, principalmente.

    Ellos dan fe de las estadísticas: saben, porque lo han vivido, que el pico más alto de usuarios está entre las 7:00 p.m. y la media noche, que el número máximo de estudiantes que ha albergado la Biblioteca es de 438, y que después de las dos de la madrugada a los universitarios el cuerpo sencillamente no les da más.

    Como un reconocimiento a la labor de los empleados, Luis Guillermo señala que nunca falta de parte de algún estudiante el “muchas gracias”, que hace que el cansancio de ellos también valga la pena.

    Las noches de intensa actividad académica continuarán

    Lejos del negro habitual y del silencio de la noche, las jornadas de Bibliotecas 24 horas ofrecen olores, sonidos y colores siempre nuevos. El olor a café y a consomé, el murmullo, las risas, las luces que se combinan con la oscuridad, los universitarios dormidos o estudiando, un panorama que habla de un ambiente familiar que hace que, al margen del cansancio, los estudiantes regresen cada semestre.

    “A veces uno dice son las cuatro de la mañana, hay cansancio, hay sueño, se acabó la comida, y ahí es cuando se empieza a sentir la Universidad como un segundo hogar porque acá también se puede encontrar el espacio para recostarse y estar tranquilo” dice Rubén y, de la misma manera, agradece por la iniciativa que espera crezca y se fortalezca a partir de la experiencia por lo que representa para muchos estudiantes. “Yo tengo amigos que no pueden trasnochar en sus casas o donde viven porque cabe aclarar que algunos no son de la ciudad y esto les ayuda mucho”.

    Ese deseo de Rubén, se ajusta a las pretensiones de la Universidad con el proyecto: “a futuro queremos mantener y mejorar esta estrategia como marca institucional, queremos proporcionar mayores y mejores servicios para nuestros estudiantes que son la razón de ser, así que lo que se viene es continuar sin bajar la guardia”, apunta la jefa de la División de Bibliotecas, Sonia Valencia Grajales.

    La última jornada 24 horas se llevó a cabo entre el 28 de febrero y el 2 de marzo de 2019. Desde el 2015 hasta hoy la Biblioteca Efe Gómez de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín suma más de 1.600 horas en esta estrategia en la que no hay marcha atrás.

    (FIN/CST)

    8 de marzo del 2019