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El jueves 13 de octubre de 1981 es una de las pocas fechas que Fanny tiene clara en la memoria, ese día lo recuerda como uno de los más felices de su vida: el momento en que se materializó su mayor sueño de la infancia, pertenecer a la Universidad Nacional de Colombia.

  • Fanny Zamarra Patiño es la secretaria más antigua de la U.N. Sede Medellín.

    Fanny Zamarra Patiño es la secretaria más antigua de la U.N. Sede Medellín.

  • El jueves 13 de octubre de 1981, día en que llegó a la U.N., lo recuerda como el más importante de vida.

    El jueves 13 de octubre de 1981, día en que llegó a la U.N., lo recuerda como el más importante de vida.

  • Desde el 2000 es secretaria en el Departamento de Ingeniería Mecánica.

    Desde el 2000 es secretaria en el Departamento de Ingeniería Mecánica.

  • En las Distinciones Administrativas de 2016 recibió el reconocimiento por sus 35 años de labores en la Sede.

    En las Distinciones Administrativas de 2016 recibió el reconocimiento por sus 35 años de labores en la Sede.

  • Pertenecer a la U.N. es para Fanny uno de sus mayores logros.

    Pertenecer a la U.N. es para Fanny uno de sus mayores logros.

    “Yo vivía en el barrio Córdoba y por el frente de mi casa pasaban los buses, en ese entonces verdes, de la Universidad que bajaban de la Facultad de Minas a Agronomía. Todos los días al medio día desde la ventana los miraba pasar y me decía: yo quiero ser parte de la Universidad Nacional”, rememora. Y así fue, el día que firmó su vinculación con la Institución se cumplió para Fanny el sueño que no ha dejado de experimentar desde hace casi 37 años.

    Durante casi cuatro décadas en la U.N. Fanny ha participado de diferentes procesos en muchas dependencias. Empezó como auxiliar de oficina en la que para la época era la Dirección de Bibliotecas, y tras pasar los dos meses del periodo de prueba crearon el puesto que ha mantenido desde entonces, convirtiéndola en la secretaria más antigua de la U.N. Sede Medellín.

    Después de cuatro años pasó al Servicio Médico Estudiantil, luego a la sección de Publicaciones, Divulgación Cultural y finalmente a Registro y Matrícula hasta más o menos 1996.

    En la Facultad de Minas empezó en Asistencia Administrativa, pasó al Departamento de Procesos Químicos, después apoyó el área de Mantenimiento y la Decanatura, regresó a Procesos Químicos donde se mantuvo hasta el año 2000 cuando apareció la gran oportunidad: la asignaron como secretaria del Departamento de Ingeniería Mecánica.

    “En Mecánica no habían podido ubicar una secretaria porque nadie quería trabajar en un espacio que era solitario; entonces me propusieron venirme para acá y yo acepté pero con dos condiciones: que me dieran lo que pedía y que si me aburría me devolvía”, cuenta. Esto último nunca pasó y en septiembre Fanny cumplirá 18 años siendo, según los estudiantes, “el sol que da vida al Campus El Río”, donde se ubica esta dependencia.

    Este espacio y su trabajo se le convirtió en la vida y le puso el broche de oro al sueño de la niña que anhelaba ser parte de la U.N. “Cuando llegué me identifiqué inmediatamente con el lugar porque aunque soy muy sociable también disfruto la soledad. Comenzamos poco a poco y en equipo a transformar el espacio: la ampliación de un salón, pintar un bloque, otro, sembrar algunas plantas, en fin, empecé a sentirme en comodidad”. Y Así es, el Departamento de Ingeniería Mecánica es como su casa y los profesores y estudiantes su familia.

    Fanny es ágil, buen conversadora, sociable, una mujer de retos y de luchar para obtener lo que se propone; tiene buena memoria para los hechos y los nombres de las personas, según ella es una secretaria a la antigua, de las que se hicieron con calculadora, máquina de escribir y memoria. Pero sobre todas las cosas es una mujer solidaria que se preocupa por lo que les sucede a los otros.

    “En mis casi 37 años al servicio de la Institución me he ocupado de atender público. Para mí es muy grato que los estudiantes me busquen para pedirme un consejo porque siento que ellos son lo más valioso que tiene la Universidad”, afirma.

    Los años, las experiencias, la Institución misma y por supuesto las personas han desencadenado en afecto y apego, es por ello que Fanny deja caer un par de lágrimas cuando habla de concluir su clico en la U.N. Sin embargo reconoce que ese momento se aproxima vertiginosamente.

    “La Universidad me ha dado lo más importante: felicidad, crecimiento personal, conocimiento y la posibilidad de que mis hijos se eduquen”. Es precisamente el amor por sus hijos, de hecho, por su hija menor, Isabel Cristina, que reconoce que es tiempo para decirle a la adiós a la U.N.

    “Uno como padre también vive los sueños de sus hijos, mis dos hijos mayores ya son profesionales pero tengo un niña con Síndrome de Down que en este momento apenas está empezando a soñar y ese es mi próximo reto en la vida: ayudarle a culminar su meta”. Crecer al lado de Isabel Cristina, quien quiere estudiar Licenciatura en Educación Especial, es el siguiente paso que dará Fanny Zamarra Patiño.

    (FIN/CST)

    26 de abril del 2018