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12 casas y una escuela rural fueron arrasadas por el río Venus en el corregimiento Puerto Venus, municipio de Nariño (Oriente antioqueño). Una alerta comunitaria evitó una tragedia. Pero qué tan preparado está el departamento de Antioquia para la temporada de lluvias.

 

  • 2 casas y una escuela rural fueron arrasadas por el río Venus en el corregimiento Puerto Venus, municipio de Nariño (Oriente antioqueño). Fotografía tomada de: http://inforiente.info/2017/03/21/avalancha-deja-varios-danos-en-narino/

    2 casas y una escuela rural fueron arrasadas por el río Venus en el corregimiento Puerto Venus, municipio de Nariño (Oriente antioqueño). Fotografía tomada de: http://inforiente.info/2017/03/21/avalancha-deja-varios-danos-en-narino/

  • En Colombia es necesario construir planes de contingencia para prevenir este tipo de emergencias. Foto: cortesía.

    En Colombia es necesario construir planes de contingencia para prevenir este tipo de emergencias. Foto: cortesía.

  • Académicos insisten en la necesidad de gestionar el riesgo. Foto: cortesía.

    Académicos insisten en la necesidad de gestionar el riesgo. Foto: cortesía.

  • En la tragedia no se registraron víctimas fatales gracias a una alerta comunitaria temprana. Fotografía tomada de: http://www.regionales.news/wp-content/uploads/2018/02/WhatsApp-Image-2018-02-15-at-2.52.46-PM-1.jpeg

    En la tragedia no se registraron víctimas fatales gracias a una alerta comunitaria temprana. Fotografía tomada de: http://www.regionales.news/wp-content/uploads/2018/02/WhatsApp-Image-2018-02-15-at-2.52.46-PM-1.jpeg

    Autoridades y académicos dan su versión al respecto y coinciden en la necesidad de tener planes de contingencia y de alertas tempranas que prevengan pérdidas humanas y materiales.

    Las primeras señales de alerta, según Carlos Alberto Gil Valencia, especialista en Gestión del Riesgo y Desastres y exdirector del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (DAGRD), son la coloración del río, su sedimentación y cauces anormales, pues dan indicio de que algo grave puede ocurrir.

    “En el caso del municipio de Nariño, efectivamente algunos deslizamientos de la montaña ocasionaron que el río se taponara y que fuese inminente una avenida torrencial en la parte baja, que gracias a las llamadas de alerta no pasó a mayores”, indicó Gil Valencia.

    El experto, también recalcó que los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) deben ser estrictos con los asentamientos alrededor de los ríos y quebradas, pues estas comunidades aun sabiendo del riesgo, habitan estos lugares.

    “Aunque suene difícil, no es que el río se vino encima de las casas, sino que la gente se le fue al río ocupando lugares que le corresponde”, comentó el experto.

    A propósito de los Planes de Ordenamiento Territorial, Luis Aníbal Vélez, considera que hay carencia en política pública relacionada con los riesgos de los asentamientos rivereños, pues estas zonas no deberían ser habitadas, pero la necesidad de supervivencia les obliga a asentarse allí.

    “Los POT incluyen en la cartografías y la zonificación de usos del suelo las zonas de alto riesgo, con mayor especificidad en las ciudades pero también se aplican en los municipios, lo que sí no se tiene allí es una cartografía de mayor detalle con estudios más específicos y una política para relocalizar esos asentamientos que están a lo largo de las quebradas y ríos”, comentó el docente de la Escuela de Planeación Urbano Regional de la U.N. Sede Medellín.

    Así mismo, José Humberto Caballero Acosta, ingeniero geólogo y profesor jubilado de la Sede, precisó que “en Colombia hemos tenido tan malas experiencias con las avenidas torrenciales, como las de Salgar y Mocoa, por mencionar algunas, y por ende, estamos en mora de hacer un plan significativo de estudio y conocimiento, de prevención y atención de ese tipo de emergencias”.

    Situación que corrobora Luis Hernán Sánchez Arredondo, director del Área de Recursos Minerales de la Facultad de Minas, al reconocer que en el tema de prevención, el país aún no tiene suficientes instrumentos para realizarlo, por lo que este tipo de tragedias solo pueden ser atendidas desde el asistencialismo.

    “En prevención, el Estado colombiano invierte muy poco, aunque todos los municipios del país deben tener mapas detallados de la evaluación, determinación y prevención del riesgo, pues sin estos sería imposible preparase de la mejor manera para cualquier eventualidad, no los tienen y actualmente se están brincando varios procesos y se pasa de la alerta a la respuesta, por eso es necesario hacer un estudio técnico de ingeniería geológica”, agregó Sánchez Arredondo.

    Para evitar tragedias como la que se evitó en el municipio de Nariño, es necesario que tanto autoridades locales y departamentales, así como la misma comunidad, le apuesten a la prevención y mitigación en sus territorios, haciendo un uso responsable del suelo y cuidando su entorno.

    (FIN/AGG)

    18 de febrero del 2018