Escudo de la República de Colombia
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daniela nocera“La idea es esa, crecer y crecer con Colombia”, ese es el sueño de Gloria María Daniela Nocera Jijón, o Daniela, como le gusta que la llamen, egresada de Ingeniería Biológica en el 2009, oriunda de Pasto y amante del clima y la gente de Medellín. Su historia familiar, es como ella dice, “un sancocho”, pero al parecer, es lo que le dio su capacidad intelectual, su estatura de 1,75, su rostro cálido, amable y rosado y una personalidad tranquila pero con evidente empeño, “mi mamá es ecuatoriana, pero ha vivido casi toda su vida en Pasto, y ella tiene origen español y de ahí viene el Jijón que es el segundo apellido, y el primer apellido es Nocera, mi papá es nacido en Pasto pero mis abuelitos son italianos y digamos que hay una mezcla ahí, y gracias a ellos soy nacida y orgullosamente pastusa”, así lo expresó.

Siempre supo que quería estudiar genética, al no encontrar un pregrado con ese nombre se dio a la tarea de hallar una profesión similar y dar ruta con claridad a lo que con paciencia ha construido; llegó a Medellín con 16 años de edad donde encontró “muchas familias adoptivas” porque descurbrió en esta tierra manos abiertas, y en la Universidad, multiculturalidad y lo que buscaba para que su mente se abriera por el mejor camino; su empeño la caracteriza y paciencia “soy una persona muy alegre, me gusta mucho socializar mucho con las personas, me gusta cuando me interesa un tema me meto muy de fondo a eso y cuando tengo una propuesta en la vida y la quiero sacar adelante sin importar cuánto tiempo me lleve, ni que tenga que hacer para ello, en realidad me adapto muy fácil a las circunstancias”, señaló la Ingeniera y master en Genética Molecular Humana del Colegio Imperial de Londres.

Ama viajar y eso, sumado a su entusiasmo por la academia la han llevado a trabajar en genética molecular en el Georges Hospital y ser Científica Clínica en Genética Molecular Humana, ocuparse de temas como el cáncer de mama, anomalías cromosómicas en recién nacidos y Miotonia Distrófica; ella no olvida su origen y atribuye su crecimiento a su formación a su alma mater, “es muy importante lo que yo aprendí en la Universidad, porque me abrió la mente (…) la Universidad Nacional de Colombia es mi segundo hogar, directamente así, me vine aquí siendo una niñita de 16 años, salí de una casa donde mi mamá me enseñó muy poquitas cosas entonces y aprendí muchísimo cuando entré aquí en la Universidad, y se me pone como la carne de gallina cuando vengo aquí a la Universidad, y cuando recuerdo donde almorzaba y dónde me iba a sentar en los recreos, y la gente no solamente de la Universidad, sino la gente de Medellín, la verdad es que muy querida la gente, me han dado la bienvenida siempre, y me han querido muchísimo, y yo los quiero también mucho”, señaló la egresada.