“Para mí son dos procesos que son muy similares, solo que la música no es algo que se materialice físicamente, sino que es efímera o temporal, mientras que la arquitectura propende a ser un elemento que va a estar físicamente materializado”, estas son las palabras que identifican a Jorge Mario Ramírez Marroquín, un egresado teñido de dos colores, dos pasiones y que en algunos se fusionan para componer uno solo.

El Arquitecto, músico de años y pasión, ha encontrado el equilibrio perfecto para hacer de sus gustos, la oportunidad para gozar cada proyecto que inicia, estructura y recrea; Jorge Ramírez previo a sus inicios en Arquitectura en la U.N. Sede Medellín, tenía una experiencia de seis semestres vibrando al ritmo de la flauta, una sensibilidad que continuó en el desarrollo de su profesión y que le guio, de alguna forma, su trabajo de grado, “paralelamente hago mi carrera de Arquitectura, no abandono el tema musical, y desarrollo proyectos que me mantienen en relación con el evento y con los festivales, y es donde me doy cuenta que las estructuras para el concierto están totalmente descontextualizas para estuchar el concierto, ahí es cuando me reúno con el profesor Mauricio Gaviria que fue mi tutor de la tesis de grado, iniciamos esa investigación sobre las conchas acústicas”.

Uno a uno fueron naciendo los elementos que permitieron que el Arquitecto encontrara el espacio como ensamble hecho a la medida de la música, y que la arquitectura fuera cómplice y ayudante para hacer que las melodías fluyan con mayor precisión, “es esa posibilidad que tiene la arquitectura de ser modular, para producir espacialidades para el evento, hablando específicamente de cubiertas” así lo manifestó el egresado, es ahí donde aparece el tercer elemento, la bioconstrucción, una apuesta sostenible, amigable y ligera.

Creatividad, responsabilidad ambiental, consciencia y proposición, son las rasgos, que según el egresado, caracterizan a los profesionales de la UNAL., y resalta con esmero el gusto que tuvo y que desea tener para el resto de la vida por “Taller”, materia que es esencial en la Facultad de Arquitectura, “para mí es un privilegio, tener como eje central del pensum el taller, porque cumple con ese mismo lema, vos estás creando todo el tiempo, desde el ensayo y error, y me parece que ese ejercicio uno debería conservarlo todos los días de la vida, porque estás maqueando, porque estas madurando todas esas ideas, todos esos conceptos”.

El egresado, junto a cuatro amantes y profesionales de la música, integrantes de Vingus Band, y quienes ya fueron invitado al Festival de Jazz de Villa de Leyva, han tenido experiencias que es de orgullo resaltar y a quienes esperamos tener pronto en Universidad.

Escucha a Jorge Ramírez Marroquín el programa radial Egresados UNAL 100.4 fm el lunes 25 de junio a las 12:30 p.m.