Ya son dos generaciones, pero Juan Ramón Caramillo quieren que su hijo de siete meses sea la tercera que estudie Ingeniería Eléctrica en la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, su agradecimiento y amor por su segundo hogar, sentimientos que seguro le transfirió su padre, hace que él hoy quiera ser docente de la institución.

Él afirma que la Ingeniería Eléctrica, es una ingeniería social, pues busca mejorar la vida de las personas, de eso se dio cuenta cuando cursaba la técnica bachiller en electricidad en el Pedro Castro Monsalvo, en su tierra Valledupar, lo reafirmó durante la realización de pregrado y maestría y lo asegura en el desarrollo de su doctorado; la UNAL Sede Medellín y docentes como Clara Rojo, Jaime Blandón, Álvaro Gaviria, Gabriel Herrera, Ernesto Pérez fueron su gran escuela, “saqué provecho de todas las condiciones que ofrece la universidad, fue a todas las clases deportivas, las salas de cómputo, salud, apoyos alimentarios, yo llegaba en la mañana y me iba en la noche, este es mi segundo hogar”, así lo manifestó.

La historia que inició en el colegio, lo ha llevado a aventurarse por la energía eléctrica, “me gradué del pregrado en el 2013, empecé a trabajar acá en la Universidad en una convocatoria de jóvenes investigadores de COLCIENCIAS, es un proyecto a nivel nacional, una vez terminé, el departamento del Cesar y COLCIENCIAS por una convocatoria por regalías sacó una oferta de maestrías y doctorados y apliqué me la gané afortunadamente, y cubre todo, el compromiso es retornar a la región para entregar todos los conocimientos adquiridos”.

Él espera aportar en el departamento del Cesar y tener un emprendimiento de base tecnológica que sería de mucha utilidad para el país, proyecto que visiona hoy con su doctorado.